¿Cómo definir metas de negocio desafiantes y realistas?

Saber establecer metas de negocio es el primer paso hacia un camino de éxito. Cuando tenemos una meta definida, es mucho más fácil diseñar una estrategia y definir qué acciones son necesarias para alcanzar nuestros objetivos. Cualquier negocio necesita metas establecidas, pues será con base en ellas que toda la actuación de la empresa se define. Desafortunadamente, muchos gestores no entienden la importancia de las metas de negocio y empiezan a trabajar sin tener un plan trazado. Este es uno de los principales motivos por los cuales las empresas a menudo no sobreviven. Los objetivos de negocio proporcionan mucha información sobre la empresa y en esa medida hacen que la toma de decisiones sea más eficiente y más fácil. Los gestores se quejan a menudo de la falta de información sobre la empresa para poder decidir de forma consciente y estos indicadores de desempeño ganan un papel destacado en el momento de tomar decisiones sobre el futuro de la empresa. Los gestores sólo consiguen tomar decisiones asertivas y acertadas si tienen un total conocimiento sobre la realidad empresarial, por lo que es fundamental acompañar en tiempo real el cumplimiento de los objetivos. Y nada mejor que KPI’s para proporcionar todo ese conocimiento. En el artículo de hoy, le dejamos algunos consejos importantes para definir metas de negocio desafiantes y realistas!

Sea específico

Cuanto más específico sea un objetivo, más fácil será encontrar acciones para alcanzarlos en un corto espacio de tiempo. Las metas de negocio deben ser simples, pues así es mucho más fácil gestionarlas. Un ejemplo de esta meta es «actualizar el sitio web trimestralmente», lo que es fácil de entender que significa actualizar el sitio web en enero, abril, julio y octubre. Una meta de negocio que diga «aumentar el número de propuestas enviadas» es muy vaga y no nos da ninguna pista sobre lo que debemos hacer para alcanzarla. Por lo tanto, es preferible utilizar una meta que diga «obtener 3 nuevos clientes al mes». Es una meta mucho más simple y que nos indica el intervalo temporal. Las metas de negocio deben ser simples, para que todo el equipo sea capaz de comprenderlos. Si se complica mucho corre el riesgo de no poder extraer cualquier información útil de su análisis. Y si los colaboradores no entienden el indicador pueden quedar desmotivados, lo que perjudica todo el desempeño de la empresa.

Sea realista y objetivo

Todos queremos ser los mayores empresarios del mundo, pero hay obstáculos que nos impiden y tenemos que tener esa conciencia. Cuando establece metas de negocio demasiado altas, el riesgo de caer es mucho mayor. Y como las metas son más difíciles de alcanzar, se sentirá frustrado al percibir que no logra concretarlas. Debe establecer objetivos realistas y que sean adecuados a la realidad de su negocio. Si no tiene una gran capacidad de inversión en el momento, de nada le servirá definir como meta de negocio aumentar el equipo en 10 colaboradores. Las metas de negocio deben ser establecidas de acuerdo con la realidad de la empresa en el momento, pues sólo así será capaz de alcanzarlas.

Establezca plazos rígidos

Cuando no existe un plazo límite para el cumplimiento de una determinada tarea o de un objetivo, lo más probable es que éste arrastre en el tiempo y acabe por olvidarse. Es esencial que defina una fecha límite para alcanzar una determinada meta de negocio, pues sólo así podrá definir una línea temporal y asignar acciones necesarias a lo largo del tiempo. El plazo establecido debe ser como el objetivo de negocio: específico y realista. No debe definir un plazo demasiado corto ni demasiado largo, pues ambos casos pueden causar desmotivación por parte de las personas responsables del cumplimiento del objetivo.

Haga una revisión regular de las metas de negocio

Las metas de negocio deben ser revisadas con regularidad y deben ser adaptadas según los cambios que se vayan verificando en la empresa. Las metas de negocio a largo plazo deben ser objeto de seguimiento, para que pueda verificar si todas las acciones necesarias para su cumplimiento se están realizando. Las metas de negocio no son estáticas y no es obligatorio que se mantengan inmutables. Siempre que sea necesario, debe cambiarlas y actualizarlas y en casos más extremos, puede incluso eliminarlas, si se comprueba que ya no se adecuan a la forma de trabajar de la empresa. Una meta que ayer era bastante importante, hoy puede haber perdido parte de su importancia. Las empresas son organismos vivos y dinámicos y como tal los cambios deben ser acompañados en todas las áreas de la empresa. Evaluar al menos cada tres meses si los indicadores que tienen «activos» son los más adecuados teniendo en cuenta el período que la empresa atraviesa. Sin embargo, hay que tener cuidado de no cometer el error de alterar o eliminar metas de negocio sólo porque es difícil alcanzarlas.